Vandalismo mental


Era un poco tarde, lo reconozco, ahora que me faltan unos cuantos gramos a un costado, pero esa noche me divertí como hacía mucho tiempo no; el humo de un cigarrillo me despejaba el pensamiento, mientras parte de mi cerebro se abría paso a codazos en el interior para recuperar el control de mi cuerpo, conforme una sustancia abandonaba mi vejiga por una de mis piernas.


La costumbre de beber cerveza aún no es tan mala a los treinta y pico; soy un tipo necio, qué más decir, no malacopa, más bien bebedor social, como si el Mr. Jeckyl se regresara a casa después de la tercer ronda. !Y qué mierda! No es que me sienta el más cool, pero prefiero nadar en la inconciencia, perdido entre el anonimato que me regala un poco de etanol para consumo humano. Mañana será otro día y podré seguir pensando en tí, si no es que en el intento de borrarte, acabo por perderme.

Gulp. La memoria lucha a brazo torcido contra el mundo; pero no va ser tan fácil, ahí va a seguir de pie, con bombardeos y emboscadas, metralletas, ráfagas y granadas. Ahí segurito, me vas a dejar en paz poco a poco, borrándote bajo la oscuridad de una tarde de abstinencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Catrín

La Estructura Social y Cultural de México